¿PODREMOS TOMAR CONCIENCIA PRONTO?
Por: Rubí Tineo Rodas.
Fuente: National Geographic |
La contaminación y degradación del
ambiente es uno de los problemas más graves que sufrimos en el mundo actual, y cada
día va peor. Tristemente es la causante de siete millones de muertes al año (según estudios
realizados por la OMS en los últimos años), de la desaparición de diversas
especies animales, del deterioro de la salud de muchas personas, del oscurecimiento
global y de entre otras muchas cosas que afectan sin ninguna duda a todo ser vivo. Y todo ello parece no ser suficiente para
hacer que se tomen medidas efectivas y conscientes para frenar esta cruda y terrible realidad que vivimos.
A la hora de hablar de medio ambiente y
su contaminación es probable que inmediatamente pensemos en las diferentes
actividades económicas como la gran causa de la degradación ambiental. En
efecto, sí, las grandes industrias son causantes de la contaminación
atmosférica y del agua, generan gran cantidad de residuos y sustancias tóxicas,
y consumen grandes cantidades de energía, agua y otros recursos naturales. En
esta línea han ido la mayoría de los esfuerzos por reducir los impactos
ambientales de nuestra sociedad, centrándose y proponiendo cambios en la
producción de bienes. Pero conviene no olvidar una importante parte de la
cadena de consumo: el sector doméstico.
Como consumidores finales, las
viviendas, o el sector doméstico, tienen una gran responsabilidad en la
degradación ambiental del planeta y una enorme capacidad para cambiar los
procesos productivos a través de la selección en la demanda de bienes y
servicios. De hecho, el consumo doméstico acapara, un gran porcentaje de la
producción industrial. Así, es claro que tanto las elecciones hechas por los
ciudadanos a la hora de comprar, como la manera en que éstos manejan sus
hogares, pueden tener una influencia ambiental muy significante, tanto directa
como indirectamente.
Fuente: National Geographic |
Por
otra parte, las propias personas, tienen un impacto directo por el consumo de
recursos naturales lo que incluye energía y agua, la generación de residuos, el
vertido de aguas residuales y la emisión de gases contaminantes a la atmósfera.
Además, de los ciclos de las viviendas, incluyendo su construcción y su final de vida tras la demolición. Agregando
aquí los requerimientos en cuanto a las construcciones los cuales conllevan otros impactos directos sobre nuestro medio ambiente.
Incluyendo lo que es el consumo de bienes dentro de estas (nuestros hogares) y sus efectos directos e indirectos en la contaminación, se llega a la
conclusión de que es este un sector que afecta de manera sustancial al medio
ambiente, y no sólo al que le rodea más inmediatamente, sino que tiene efectos
globales por ejemplo sobre el clima o sobre la biodiversidad. Afortunadamente,
y a diferencia de otros sectores, que podría resultar más complejo, estos
problemas pueden reducirse a través de cambios como las construcciones de casas y
de los hábitos de los usuarios al momento de consumir, más que introduciendo
solamente tecnologías avanzadas y muy caras. Si de todos estos datos, como consumidores, teniendo un rol crucial en la degradación y contaminación, empezamos a realizar cambios positivos que ayuden a mantener, cuidar y proteger nuestro planeta, contribuiremos en un porcentaje importante a la conservación del mundo y cuidado del ambiente, por tal razón es momento de tomar conciencia e iniciar el cambio.
Fuentes: - Diario el País.
- Scielo. org: "Contaminación, un compromiso social"
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